lunes, 28 de noviembre de 2016

Conociendo algo más sobre las metodologías activas en el aula

Casualmente, he trabajado con las tres en el aula. Así que voy a aprovechar a hablar algo sobre ellas.

Aprendizaje cooperativo. Es un método con el cuál fomentar no solo el trabajo en equipo, sino también el pensamiento crítico de cada uno de los alumnos que forman parte del equipo. Para ello, se estudia qué grupos crear y qué componentes van a formar ese equipo. Las habilidades de unos ayudan a potenciar las habilidades de otros componentes y, viceversa, según qué necesidades tenga cada miembro.

Aprendizaje basado en proyectos. En base a los estándares de aprendizaje y competencias clave que se buscan en la materia, se pueden crear proyectos de trabajo con los que potenciar contenidos significativos. Permite distintos grados de autonomía a los alumnos e implica una audiencia entre iguales a la hora del desarrollo educativo. Incluso admite un proceso de evaluación y reflexión del trabajo realizado por cada miembro del equipo.

Flipped classroom o clase invertida. Metodología con la que en base a una estructura de sesión o unidad didáctica (admite cualquier formato), el docente puede guiar el aprendizaje de los alumnos mientras ellos desarrollan los contenidos de la acción formativa (sesión, unidad didáctica, proyecto, etc.). Valiéndonos de medios audiovisuales (video, presentaciones, etc.) podemos estructurar las sesiones y, con unos juegos o actividades evaluar / valorar las competencias adquiridas por los alumnos.

He trabajado con las tres. Son prácticas para trabajar en equipos o para desarrollar la autonomía a nivel personal de cada alumno. Las tres son muy visuales, activas y participativas, tanto para alumnado como para el propio docente, por todo el material que se ha de preparar antes de las sesiones. Y ya depende bastante, también, del tipo de alumnado que se tenga en el aula y la manejabilidad que se disponga de ellos.

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